Yúbal.FM

Música

El 2023 ya ha quedado atrás, y tras una primera semana de 2024 toca echar la vista atrás y repasar la música que más escuché durante el último año. Es verdad que ya te conté que el 2023 fue un año lleno de conciertos, pero este repaso está orientado a lo que he escuchado en plataformas de streaming, igual que el que hice el año pasado.

Aunque en 2023 empecé con Apple Music, probé Spotify y terminé volviendo a Apple Music, todos mis datos de escucha estaban centralizados en mi perfil de Last.fm, y con él puedo hacer un repaso a los artistas y los álbumes musicales que más he escuchado en los últimos 365 días.

Mis artistas más escuchados de 2023

Este año ha sido muy especial, ya que he tenido la posibilidad de ir a varios conciertos de Dry River, el mejor grupo de rock de España. Esa posibilidad de verlos en directo nada menos que tres veces ha hecho que queden coronados como el grupo que más he escuchado en 2023. Dry River son los líderes, pero en segundo lugar ha quedado otro grupo que he descubierto este mismo año.

Lo de Annacrusa ha sido un auténtico flechazo. Fui a verlos por primera vez en mi vida en marzo, y desde entonces ha sido un no parar, para ir a un total de 5 conciertos suyos. Son una auténtica delicia musical, uno de esos grupos tan buenos que resulta incluso ofensivo para el amante de la música que no sean más conocidos. Además, son buenísima gente, por lo que tienes el pack completo. Ellos han sido mi segundo grupo más escuchado del año, muy MUY cerca de Dry River.

Riverside y Leprous fueron el primer y segundo grupo que más escuché en 2022, y en 2023 ocupan el tercer y cuarto puesto. Con Leprous empecé el año a tope, ya que incluso pude verlos en directo en febrero. Pero poco a poco se fueron desinflando, mientras que Riverside ha sido una constante. Quizá ha sido porque Leprous en directo me dejó un poco frío, mientras que Riverside me enamoró completamente cuando los vi en directo este verano, y eso ha hecho que me reenganche a su último álbum y lo haya estado escuchando todo el año.

A Ayreon también fui a verlos a Holanda, una nueva peregrinación musical para ver una ópera de metal con dos decenas de los mejores cantantes internacionales, y eso les ha llevado a un quinto puesto por encima de un genio como Steven Wilson. Wilson también ha sacado un nuevo disco este año, pero aunque tiene auténticos temazos, en general me ha dejado un poco frío.

En el top 10 también están el griego Jargon, Pain of Salvation, Delalma (otro auténtico grupazo español) y Pink Floyd. De estos descartaría Jargón, mi gran flechazo del año pasado que en 2024 va a sacar nuevo disco en solitario, y Delalma, una banda compuesta por miembros de Mägo de Oz, Avalanch o Celtian. Auténtica clase con el retorno de Ramón Lage a los escenarios más de una década después.

Mis discos más escuchados de 2023

Si Dry River y Annacrusa fueron primero y segundo en cuanto a los artistas más escuchados, alternan sus puestos en los discos que más han sonado en mi casa en 2023. La Espina es el segundo disco de Annacrusa, lanzado en 2023, y para mi es el mejor nuevo disco de un artista nacional de todo el año pasado. Sin peros, simplemente fue un flechazo, y desde la primera vez que escuché su música me encantaron. Cuarto Creciente salió el año pasado, pero habiendo visto varias veces en directo a Dry River en 2023 se ha mantenido alto.

Tras el flechazo de verlos en directo, el nuevo disco de Riverside también ha estado sonando sin parar, así como el hipnótico álbum de Jargon, que es uno de esos que te pones y acabas devorando de principio a fin sin darte cuenta.

Como he comentado un poco más arriba, Delalma ha sido otra de las grandes sorpresas nacionales del año, y esto se refleja en lo mucho que he escuchado su disco. Y el sexto puesto lo tiene el álbum 01011001 de Ayreon, que aunque ya tiene bastantes años es el que interpretaron en directo en su concierto de Tilburg este septiembre.

Un año en el que el producto nacional ha brillado

He de decir que en la última década me había alejado totalmente del rock y el heavy que se hacen en España. Sin embargo, y gracias al empuje de Dry River, en los últimos dos años he ido reencontrándome con nuestro metal patrio, y solo me ha dado alegrías. El hecho de que mis dos bandas favoritas sean de mi ciudad le ha dado un extra de proximidad, y me ha permitido tener una relación cercana que, a su vez, me ha ayudado a ir descubriendo otros proyectos de otros músicos de la zona y el país en el que vivo.

Pero en definitiva, la música que más he escuchado este año es el reflejo de los conciertos a los que he ido, ya que antes de ir a uno me gusta ponerme los discos y canciones de los artistas para ir aprendiéndome las canciones, y después de los conciertos me los vuelvo a poner para recordar los momentos vividos.

#Personal #Música

En las últimas 3 semanas he podido ver en directo a las que para mi son, con diferencia, dos de las mejores bandas actuales del rock/metal español: Dry River y Delalma. Y a las dos las he podido ver en la Rock City de Almàssera, que posiblemente sea la sala de con mejor sonido de esta comunidad autónoma.

En los últimos años tuve la falsa impresión de que en España no había proyectos musicales interesantes, que siempre eran los mismos, pero en cuanto uno empieza a prestar atención se da cuenta de que nada más lejos de la realidad, que hay muchas bandas con muy buenas ideas buscando que se las escuche.

La magia de Dry River

Si alguna vez has hablado de música conmigo o hemos comentado nuestros grupos favoritos, ya sabrás que mi grupo fetiche es Dry River. Es una banda cuyo espectro musical cubre desde el hard rock hasta el metal progresivo, con unas temáticas muy variadas, y con lugar tanto para canciones fiesteras y desenfadadas como para otras más serias, más técnicas y más espectaculares.

En un 2023 totalmente lleno de conciertos, Dry River es, junto a Annacrusa (mi otro grupo español favorito del que ya os hablé), la banda a la que más veces he disfrutado en directo. Y cada concierto de ellos es una fiesta y una auténtica locura musical, no te cansas nunca de repetir. Esto es así primero porque son todos unos músicos totalmente brillantes, y te puedes quedar embobado simplemente viéndolos tocar. De las guitarras al bajista, pasando por el teclado y la batería, todo suena siempre impecable por muy difícil que sea la canción, y tienen a un Ángel Belinchón que es posiblemente uno de los mejores cantantes de España.

Como pequeña anécdota, cuando en septiembre fui a Holanda a ver a Ayreon en directo, con sus 19 cantantes internacionales en un espectáculo de Ópera de Heavy Metal, al volver tenía la sensación de que tras escuchar todas esas voces parecía que le notaba un poco más las carencias de la mayoría de cantantes españoles. Y cuando pensé en eso, Ángel es una de las pocas excepciones que me vino a la cabeza. Tiene una voz impecable que no falla nunca, y también mucho carisma y muy buen humor sobre el escenario.

Pero él es solo la voz cantante (ja) de una banda de auténticos genios, aunque la injusticia de la industria musical sigue haciendo que sean menos conocidos de lo que se merecen. En esto, es como uno de esos secretos que pasan de boca a boca. Si tienes a una amistad con buen gusto musical, como me pasó a mi, te dirá un día que pruebes a escuchar a Dry River. Y cuando tú se lo recomiendas a alguien, sabes perfectamente que vas a hacer su vida un poco mejor.

El concierto, como siempre, fue una fiesta. El sonido fue genial, las canciones muy buenas, y las dos horas de concierto se pasaron volando. De hecho, pese a estas dos horazas de temazo tras temazo, todavía hay canciones que echas de menos escuchar, porque tienen una discografía absolutamente brillante.

Además, otra de las buenas cosas que tienen los “drirris”, es que tienen una comunidad de fans que es como una familia, por lo que disfrutas tanto del concierto como de los momentos anteriores y posteriores en los que puedes charlar con muchas caras conocidas y comentar lo bien que nos lo hemos pasado todos.

La pegada de Delalma

Delalma es lo que se conoce un supergrupo, un grupo de metal formado por integrantes famosos que han pasado de bandas muy conocidas, como en este caso Mägo de Oz y Avalanch. Solo llevan un disco y menos de un año sobre los escenarios, pero ya son por méritos propios una de las mejores bandas que tenemos en el país. Simplemente, le han ido adelantando por la derecha a la mayoría de las bandas consagradas, y en menos de un año ya llevan a sus conciertos el público que a otros les cuesta bastantes años de carrera poder juntar. Y es que si me das a elegir entre ver en directo a la mayoría de bandas consagradas del rock/metal español y Delalma, posiblemente vaya a ver a estos últimos.

Había tenido la oportunidad de ver a Delalma en el festival Ripollet Rock hace unos meses, y aunque lo disfruté muchísimo, me quedaron algunas dudas. Pero ya sabemos todos que el sonido de los festivales suele ser malo, por lo que tenía ganas de poder verlos en una sala en condiciones y comprobar cómo se defienden realmente sobre el escenario. Y vaya si se defienden, porque me metieron alucinando desde la primera canción.

Delalma tienen una garra y una pegada sobre el escenario difícil de explicar. Hay tres tipos de grupos: los que suenan en directo que en un disco, que son la mayoría, los que consiguen sonar igual que en el disco, y los que suenan en directo mucho mejor que en el disco. Y Delalma es uno de los máximos exponentes de este último grupo, dejándote con la boca abierta por la fuerza y la energía que son capaces de transmitir. Ni siquiera los vídeos que he grabado para No me pierdo un bolo parecen ser capaces de captarlas.

La historia de Delalma es también la historia del renacer de Ramón Lage, su cantante. Perteneció durante 10 años a Avalanch, una de las bandas de heavy metal más famosas de España. Tuvo la mala suerte de entrar sustituyendo a Víctor García, quien entonces era la voz más carismática del panorama metalero de este país, y tenía un registro totalmente diferente. Las comparaciones fueron todas destructivas, la gente fue muy cruel con él, hasta que en 2012 acabó abandonando Avalanch para poco después decidir abandonar la música para no volver.

Pero tras 5 años intentándolo, Manuel Ramil y Seoane (teclista y guitarrista) consiguieron convencerle para unirse al proyecto de Delalma, y publicar el primer disco juntos en enero del 2023. Mientras, en la década que Ramón pasó lejos de los escenarios, muchísima gente acabó dándose cuenta de la buenísima voz que habíamos perdido, y ahora en su regreso en todos los conciertos recibe innumerables muestras de cariño.

Qué buena manera de terminar el año

Además de Dry River y Delalma, en las últimas semanas también he tenido la suerte de ir a otros conciertos (como el de Astral Experience) de los que también he disfrutado tanto por la música como por la compañía que tuve en ellos. Pero haber podido ver a estos dos gigantes de la música en español me parece la mejor manera de cerrar el año musical.

Sí, sé que posiblemente acabe yendo a varios conciertos más antes de acabar este 2023, pero si no fuera así tampoco me importaría, porque el buen sabor de boca que me han dejado los dos de los que os he hablado hoy me parecen ya una buena manera de cerrar la temporada.

Un pequeño spoiler. El 2024 lo empezaré viendo a Dry River en Madrid en enero, y confieso que sería un pequeño sueño que pudieran invitar a Ramón Lage a colaborar con ellos en él. Porque ver a Ángel y a Ramón cantando juntos sería la mejor manera de empezar el año.

Y si has leído todo esto, recuerda que los vídeos de todos los conciertos a los que voy los subo a No me pierdo un bolo, tanto en Instagram como en TikTok.

#Personal #Música #Concierto

Suscríbete a mi blog por e-mail aquí:

Confieso que no soy un fan de los musicales, excepto con la gloriosa excepción de Los Miserables, que he visto dos veces: una en Madrid y otra en Londres. Sin embargo, siendo uno de los más famosos del mundo, cuando un amigo propuso ir a Madrid a ver El Fantasma de la Ópera decidí acudir. Una buena oportunidad de ir y visitar un poco la ciudad, ya que normalmente voy por trabajo y no hay mucho tiempo para eso.

Cuando faltaban unas semanas para el viaje, vi que la banda polaca Riverside daba un concierto en Madrid, y que era justo el mismo día que teníamos programado el regreso. Por lo tanto, pedí un día libre más, reservé una noche más de hotel y decidí quedarme yo solo para ver el concierto.

En 2022 hubo dos bandas que escuché compulsivamente. Una era Leprous, a los que pude ver en directo en febrero en Barcelona. Y la otra era Riverside, que hacen un delicioso rock progresivo muy melódico. De hecho, Riverside fue el grupo que más escuché el año pasado, por delante de Riverside, por lo que me pareció una buena manera de seguir y casi culminar este 2023 lleno de conciertos.

Un pequeño pero provechoso viaje a Madrid

Por lo tanto, fuimos a Madrid un sábado, y lo que iba a ser un pequeño viaje hasta el lunes fue un viaje de 4 días hasta el martes para mi. Pequeño, corto, pero productivo. El mismo sábado que llegamos fuimos a ver El Fantasma de la Ópera, y la verdad es que el musical me gustó muchísimo.

Quizá, para un “no amante” de los musicales como yo, me pareció que la obra estaba un poco descompensada. En la primera mitad antes del descanso habían cantado ya las canciones más icónicas, y eso hizo parecer que la segunda parte fuera un poco más floja. Pero la historia era interesante, y la producción fue sublime, con un escenario que giraba que le daba mucha vistosidad, junto a unos efectos especiales muy sorprendentes.

En cuanto a los cantantes, todos estaban a buen nivel, pero Gerónimo Rauch (a quien ya vi en Los Miserables de Madrid haciendo de Jean Valjean) se comió a todos con patatas. Tiene una voz sencillamente espectacular, como sacado de otro planeta, y estaba muy muy por encima de los demás.

El domingo lo pasamos de turisteo, visitando varias zonas de Madrid, desayunando chocolate con churros, y dando un largo paseo por el parque del Retiro, visitando algunos museos y, sobre todo, caminando mucho por toda la ciudad. Queda a destacar también ir al Museo Arqueológico Nacional para visitar la Dama de Elche, la famosísima escultura íbera realizada en piedra caliza entre los siglos V y IV a. C.

También fue interesante ver por primera vez la estatua al Ángel Caído, levantada a 666 metros sobre el nivel del mar según dicen, ya que no suele haber muchas representándolo, y en general fue un día de mucho caminar.

El lunes ya me quedé solo, y estaba tan agotado del domingo que sencillamente no quise hacer mucho. Pero el día terminó con el concierto de Riverside, y si era un grupo que ya me gustaba mucho, en directo simplemente me enamoraron.

Cuando ves a un grupo de música tocar en directo pueden pasar dos cosas. Puede ser que no estén a la altura de los discos de estudio, por música o por voz, o puede que los superen con creces. En este caso fue el segundo caso, con canciones muy cambiadas y arregladas para el directo, y un setlist mucho menos melódico y melancólico, y más pensado para hacer disfrutar a los amantes del buen Prog. Disfruté el concierto como un enano, y de regalo me llevé el poder descubrir a Lesoir, una banda holandesa que les acompañaba en la gira y que también lo hicieron muy bien.

En definitiva, un fin de semana corto pero muy bien aprovechado. No suelo viajar mucho para ver conciertos, lo que hace que normalmente me pierda a los grupos grandes que se limitan a venir a Madrid y Barcelona, pero este año mereció la pena ir a ver a Leprous y Riverside.

#Personal #Música #Concierto #Viaje #Musical

Suscríbete a mi blog por e-mail aquí:

El pasado mes de septiembre fui a uno de los mejores conciertos de mi vida. Sí, lo sé, ¿voy a escribir sobre mediados de septiembre a finales de octubre? Qué quieres, he estado muy perezoso a la hora de actualizar este pequeño blog.

Todo el que ha hablado un poco conmigo sobre música sabe que Ayreon es mi “grupo” favorito. Entrecomillo grupo porque realmente es un proyecto musical, una serie de óperas de Heavy Metal creadas por el músico holandés Arjen Lucassen. El caso es que Lucassen odia hacer conciertos, aunque una vez cada 2 o 3 años organiza en la ciudad donde vive un fin de semana de directos. Reúne a 16 o 19 de los mejores cantantes de metal del mundo, y hace 5 conciertos en 3 días. En total, teniendo en cuenta que la sala donde se celebran tiene una capacidad de entre 2.000 y 3.000 personas, pone a la venta entre 10.000 y 15.000 entradas, las cuales se agotaron en 10 minutos.

He de decir que este concierto, a mi parecer, se quedó un poco por debajo del de Ayreon Universe celebrado en 2017, pero aun así fue espectacular tanto por los grandes músicos que tocaron como por los impresionantes cantantes que actuaron. Blind Guardian, Pain of Salvation, Blind Guardian, Evergrey, Epica, Toehider, Arena, y un largo etcétera. Sus cantantes estaban allí, y los disfruté muchísimo.. Tocó hacer dos horas de cola antes de entrar, aunque se pasaron volando entre hablando con mi compañero de trabajo Isra (que también fue) y otras personas de otros países que esperaban junto a nosotros. Fuimos el domingo a las 12 del mediodía, en un pase en el que no se pusieron a la venta entradas VIP, y la recompensa fue estar casi adelante del todo y poder ver a todos los músicos de cerca.

Sobre las voces, solo voy a destacar que Michael Mills de Toehider es el cantante más versátil e impresionante que he visto nunca. Brittney Slayes de los canadienses Unleash the Archers fue el mejor descubrimiento y se ha convertido en una de las mejores voces femeninas que he visto, Daniel Gildenlöw me dejó con ganas de ver alguna vez a Pain of Salvation por fin en directo, y Hansi Kürsch de Blind Guardian sigue siendo el kaiser del heavy metal. Y bueno, Damian Wilson merece mención aparte, porque en cada concierto se recorrió las colas de gente para poder sacarse fotos con todos. Y qué maravillosa voz tiene.

Este año, la visita a Holanda para disfrutar del concierto fue más corta que nunca, pero igualmente fue una experiencia maravillosa. Ya estoy contando los días para la próxima. Dentro de uno o dos años se anunciará una nueva serie de conciertos, tocará partirse la cara para intentar conseguir entradas, y haré lo posible para repetir la experiencia.

Porque al final, los conciertos de Ayreon son lo más cercano a una experiencia religiosa que he vivido. Entre 10.000 y 15.000 personas juntándose en una ciudad de no más de 200.000 habitantes, todos con camisetas de un único grupo (lo que lo diferencia de los festivales), y con una enorme carga de complicidad y hermandad entre todos. También tiene sus momentos de “caza de Pokémon”, cuando la gente va por la calle buscando a algunos de los cantantes de metal más conocidos del mundo para sacarse una foto con ellos. Yo no quise molestar a Hansi mientras caminaba comiendo tallarines por la calle, y ahora me arrepiento de no sacarme una foto con él.

#Personal #Música #Concierto

Suscríbete a mi blog aquí:

El 1 de octubre de 2022 fui a mi primer concierto después de la pandemia del COVID-19. Nunca he sido una persona de ir a muchos conciertos, pero había sido un año especialmente duro con esa mezcla de los últimos coletazos del COVID y el inicio de una guerra en Europa que parecía que podría escalar a niveles nucleares, y la experiencia de ese concierto fue absolutamente liberadora. Era un festival con varios grupos locales, pero solo fui a ver a Dry River, la mejor banda de rock de España.

Después de ese concierto, antes de terminar el año fui a dos más. Y recuerdo que cuando cambiamos de año, el propósito que me marqué fue empezar a ir a más conciertos durante 2023. Y caray si he cumplido, porque si en todo 2022 fui a 3 conciertos, esa es una cantidad que he conseguido en un único fin de semana este año.

Ahora mismo estamos a 29 de julio de 2023, y honestamente he perdido la cuenta de la cantidad de conciertos a los que he ido. Empecé el año fuerte, en enero viendo a Dry River llenando la sala de Castellón, y en febrero yendo hasta a Barcelona a ver a los noruegos Leprous, que fue uno de los dos grupos que más me enamoraron durante 2023. El otro grupo que más me gustó fueron los polacos Riverside, a los que si todo sale bien iré a ver en octubre a Madrid. Una coincidencia, porque estaré en Madrid esos días para ver el musical de El Fantasma de la Ópera, y cuando Riverside anunció su fecha me pedí un día libre más y alargué la estancia en el hotel para aprovechar.

Pero entre medio, he ido a muchos otros conciertos, que generalmente están siendo festivales pequeños o conciertos en pequeñas salas. También hay excepciones, porque en agosto iré a ver a Dry River y Delalma a un festival bastante grandecito en Ripollet, y en septiembre viajo hasta Holanda para ver a Ayreon. Pero en general, casi todo están siendo conciertos locales en pueblos de la provincia, e incluso a veces solo eran dos personas haciendo música en una cafetería.

Las grandes ventajas del directo

La música en directo tiene una magia especial. Es verdad que no suena igual de perfecta que cuando la escuchas en un disco, pero es mucho más honesta, cruda y directa. En un disco un artista mediocre puede meter mil efectos, afinar artificialmente sus instrumentos o la voz, y aparentar ser mejor de lo que es. Pero en directo no hay ni trampa ni cartón, lo que ves es lo que hay, y es donde realmente se demuestra lo que eres capaz de hacer.

Los conciertos también son eventos de comunión entre artistas y público. Escuchar tu canción favorita en unos buenos auriculares es una experiencia increíble, pero poder ver al artista delante tuyo en carne y hueso interpretando esa misma canción es una magia especial que no se puede describir. Además, siempre hay pequeños detalles que hacen cada concierto irrepetible.

Además de esto, cuando empiezas a ir cada vez a más y más conciertos locales también acabas coincidiendo una y otra vez con las mismas personas. Gracias a esto, puedes hacer nuevas amistades con personas con gustos afines, y esa ha sido otra de las cosas que está haciendo este año sumamente especial. He podido conocer a mucha buena gente en mi ciudad, con la que poder charlar y quedar antes y después de un concierto para tomarnos algo juntos. También he tenido el privilegio de poder contar entre estas nuevas amistades a artistas musicales que admiro profundamente.

Esta última parte es algo que también me está resultando nuevo a mis 41 años. Normalmente, la relación con los músicos que me gustan ha sido de poco contacto, y en algunos casos locales poder enviarnos de vez en cuando algún mensaje relacionado con un nuevo lanzamiento. Pero este año he podido ir a un concierto y, al terminar, salir a tomar algo con esos mismos artistas a los que he estado viendo. Y siempre podré contar esa anécdota de haberme hecho amigo de uno de mis músicos favoritos cuando, al coincidir en un pequeño festival donde ni siquiera ellos tocaban, me preguntó si me gustaba el rock islandés. Fue una casualidad que de allí fuera otro de los mejores grupos que descubrí en 2022.

Con todo, he de decir que 2023 está siendo uno de los mejores años que recuerdo. Me puedo sentir un poco culpable con esto cuando todo parece irse a la mierda en el mundo, pero es una pequeña burbuja personal en la que me siento muy bien, y que me está dando muchas y muy buenas alegrías.

#Personal #Música #Concierto

Suscríbete a mi blog aquí:

“Siempre he pensado que lo bueno de la vida llegará cuando saques esa espina.

Si eres capaz de resolverlo antes de marchitar, volarás libre en el tiempo”.

Todos los años hay algún grupo que me conquista, bien porque lo acabo de descubrir y me encanta o porque tras tenerlo en segundo plano por fin he conseguido sumergirme en su música. Annacrusa es mi crush musical de la primera mitad del 2023, y es una combinación de ambas cosas: un grupo que descubrí a finales del año pasado, pero que desde que los vi por primera vez en directo el pasado marzo me terminaron de conquistar musicalmente.

Annacrusa ofrece una propuesta sonora muy difícil de calificar, ya que mezclan muchos estilos e influencias en un sonido particular. A veces, tú escuchas un grupo y es fácil calificarlo: esto es rock progresivo, esto es rock urbano, esto es hard rock. Sin embargo, Annacrusa es muy difícil de meter en ninguna etiqueta concreta. Esto es un arma de doble filo, porque al ser más difíciles de etiquetar también son más difíciles de vender al gran público en un concierto. Aunque como lado positivo, hace que sean una de las bandas con más personalidad que conozco.

Si tuviera que intentar mojarme, diría que son una especie de rock alternativo, con un sonido crudo, con fuerza y directo, pero a la vez con matices y detalles que ir descubriendo con cada escucha. Y lo mejor de todo son sus letras, porque van desde la introspección personal hasta otros temas más sociales, pero siempre comprometidos. Te pueden estar hablando en una canción de cómo debes sacarte una espina de dentro para ser feliz, mientras que en otra abordan la lacra de la violencia machista desde el punto de vista de un niño que ve lo que le hace su padre a su madre.

La mala suerte que ha tenido Annacrusa es su timing, porque lanzaron su primer disco en pandemia del COVID-19, lo que les impidió hacer demasiadas giras y darse a conocer. Y luego, cuando sacaron el segundo disco el año pasado lo hicieron en ese momento en el que después del COVID todos los músicos vuelven a tocar en directo, y todas la salas están reservadas durante meses, a veces con conciertos que se tuvieron que cancelar hace uno o dos años. Esto les pone las cosas difíciles y es una lástima, porque honestamente pienso que son uno de los mejores grupos que hay actualmente en España.

“La Espina” es el segundo disco de la banda, y si ya normalmente la música de estos cuatro musicazos suele ser directa y sin una producción y efectos excesivos, en este segundo trabajo el sonido es totalmente fiel a como suenan. El disco suena igual que suenan ellos en directo, y esto evita las típicas decepciones de cuando escuchas un discazo tan excesivamente producido que luego en directo la banda no da la talla. En este caso es al revés, en vivo ellos suenan incluso mejor por la energía que transmiten.

La banda comenzó inicialmente con la idea de hacer un dueto acústico, aunque al componer las primeras canciones no tardaron en inclinarse por el rock. Sin embargo, este origen se nota todavía en las canciones, y en su disco vas a encontrar desde temas potentes hasta otros mucho más delicados. Además, todas las canciones que hacen son versátiles, suenan igual de bien tanto en versión rockera como en acústico, por lo que alguna que otra vez también han toado en acústico, dándole un plus de originalidad y un giro de tuerca a sus canciones.

Por lo tanto, si has leído hasta aquí mi divagación sobre uno de mis grupos favoritos, solo me queda animarte a que vayas a verlos en directo en cuanto puedas. Desafortunadamente todavía no tienen tantas fechas como este grupo se merece, pero estoy seguro de que esto cambiará tarde o temprano. Y solo decir, como final, que si son unos músicos excelentes son todavía mejores personas, y tengo la fortuna de poder considerarlos mis amigos. O sea que recuerda que después de ir a verlos no debes olvidarte de pasar a saludarlos.

#Música #Rock #Annacrusa

Suscríbete a mi blog aquí:

He fracasado, he acabado volviendo a Spotify pese a ser el servicio de streaming con peor calidad de sonido. Y es que después de la aventura de abandonar Spotify y haber estado un año y medio fuera de este servicio, ha habido varias cosas que me han hecho volver. Y no, al final ninguna tiene nada que ver con la calidad de la música. Lo que me ha traído arrastrándome de vuelta tiene que ver con otras pequeñas experiencias que te ofrece la plataforma.

¿Pero por qué pierdo tanto tiempo con algo tan tonto como darle mil vueltas a la plataforma de streaming que utilizo? Pues quizá porque soy tonto jaja. Pero también porque al trabajar desde casa estoy escuchando música todo el día, y siempre busco la mejor alternativa posible.

Lo muy malo de Spotify… y lo que te trae de vuelta

Antes de empezar, voy a decir que no he cambiado de opinión respecto a las cosas negativas de Spotify. Sigue siendo el servicio con peor calidad de sonido en la música, y lo que es peor, ni siquiera tiene una tecnología como el Dolby Atmos, que me pareció revolucionaria en cuanto a la experiencia de escuchar música con auriculares puestos.

Además de esto, Spotify tiene uno de los peores algoritmos de recomendaciones que puedes encontrar. Es muy inferior al de Apple Music, es terriblemente repetitivo, e incluso otros servicios muy inferiores en todo como YouTube Music hacen eso mejor. Además de esto, la pantalla principal de Spotify es mucho más sucia, y te ofrece contenido que no tiene nada que ver con lo que quieres o con lo que te busca.

Pero Spotify también tiene ventajas que no tienen que ver con la música, pero que son efectivas a la hora de traerte de vuelta. La primera es que es el estándar musical de la actualidad. Si vas a los perfiles sociales de un grupo, los enlaces que siempre comparten son los de Spotify. Si te sale publicidad en una red social, suele ser también con enlaces a Spotify. Incluso los propios músicos, el perfil de streaming musical que gestionan directamente es el de Spotify, porque es el que todos usan y el que más dinero les aporta. De nada sirve que otros servicios de streaming les den mayores ingresos por reproducción si tienen muchísimas menos personas que los usan. Lo que da dinero es Spotify.

Además de esto, también están las interacciones de todo tipo. Puedo ver lo que están escuchando los contactos a los que he seguido en Spotify. Si tengo un amigo, me da su perfil, lo sigo, y siempre veré en tiempo real lo que está escuchando. Si a esto le añades que casi todos tienen Spotify, pues es algo que te da mucho más a la hora de descubrir música. Además, si vas a hacer un viaje y estás conduciendo, puedes compartir un enlace con otra persona que vaya en el coche para que se vincule a tu reproducción y maneje todo desde su móvil. Es muy cómodo.

Y luego están las interacciones con servicios de terceros. En esto, Spotify simplemente es mil años mejor. Tienes decenas de páginas web que interactúan con tus datos de escucha, que te generan recomendaciones y listas de reproducción. Simplemente hay muchas más cosas que hacer cuando te aburres.

Spotify también ha mejorado un poco, ahora es mucho mejor a la hora de descubrir subgéneros que te gustan, y siempre tengo recomendaciones de metal progresivo…. aunque casi siempre son las mismas.

Y eso es lo que me ha hecho volver, añadiéndole que después de año y medio uno descubre que la calidad de sonido no es tan importante porque no se nota tanto. Y aunque el Dolby Atmos sí que se nota mucho, una buena mezcla en el estéreo de toda la vida también puede darte una experiencia muy buena. Con todo, Spotify dice que pronto va a lanzar su servicio de música en alta resolución, y aunque sea más caro creo que será ya el final de mi debate, porque por fin me dará casi todo lo que necesito.

#Música #Streaming #Internet

Dry River es el mejor grupo de rock de España, y da igual si te gusta el rock duro, el progresivo, el metal o el rock más melódico, porque ellos lo hacen todo con su propuesta de “surtido-Cuétara-rock”. Su anterior disco, 2038, es el mejor disco de rock español de la década pasada, y una auténtica maravilla para los sentidos.

Habiendo parido entonces el mejor disco de rock de la pasada década, y después de haber sufrido cambios importantes en la plantilla con la marcha de dos miembros, uno de ellos uno de los pilares fundamentales de la banda, me imagino que debes tener una presión enorme a la hora de encarar un nuevo trabajo. Yo también andaba con algunas dudas respecto a cómo saldría, pero solo duraron hasta que lo escuché.

Pero es un disco brillante. Bastante diferente al anterior en algunas cosas, pero brillante. Casi todas las canciones me han entrado sin problemas a la primera, y aunque un par de ellas se resistieron me entraron enseguida en las demás escuchas. Las canciones son variadas, como siempre, habiendo más oscuras como La Serpiente, más técnicas como Segundo Intento, más metaleras como Capitán Veneno, y su característico toque de humor como Funeral.

La principal diferencia está en el enfoque y el sonido. Para este trabajo han trabajado con el productor Carlos Raya, mítico guitarrista de Sangre Azul y productor de bandas como Antonio Vega, M Clan, Fito y Fitipaldis o Leiva. Y ese toque más comercial y enfocado se nota mucho en Cuarto Creciente.

El disco es más serio y directo, y aunque las canciones mantienen ese toque progresivo con varios cambios de ritmo y estilo en un mismo tema, hay menos florituras y arreglos variados. En ese aspecto, es más sencillo, más pensado para que cuando el grupo toca en directo sea tal cuál suena en el disco. Pero las señas de identidad de la banda se mantienen, con los coros a lo Queen, las letras capaces de tocar varios temas que van desde el homenaje a un legendario comparsista del Carnaval de Cádiz hasta los sentimientos que provocó en nosotros la pandemia del COVID, pasando por otros temas sociales, o incluso divertidos.

Quizá, a nivel personal me parece que se nota un poco que en 2038 le daban más rienda suelta a la creatividad y la experimentación, mientras que se nota que este es un trabajo más profesional, maduro y enfocado para un público “más serio”. Han mantenido su toque de humor con una canción, pero se echa de menos que haya algún tema más de ese corte como en el trabajo anterior. Se nota la diferencia de tono en la música y los arreglos.

Sin embargo, también considero que estos cambios son importantes para una banda, que es bueno que cada disco tenga su propia personalidad, y que hubiera sido efectivo a corto plazo pero quizá menos a largo plazo seguir haciendo siempre más de lo mismo. Hay muchas bandas que se quedan estancadas ahí. A nivel personal, 2038 me gusta un poco más, aunque Cuarto Creciente sigue siendo lo mejor que he escuchado en mucho tiempo en el ámbito del rock en español.

Pero si estás leyendo estas líneas, lo mejor es que no me creas a mi, porque soy imparcial. Me declaro fan acérrimo de la banda, desde el verano pasado ya les he visto 3 veces en directo, y estoy deseando seguir haciéndolo. Lo mejor es que lo escuches por tu cuenta y con la mente abierta. Y que no te de pudor ir a un concierto de ellos, que no te lo vas a encontrar lleno de melenudos que te miran mal sabiendo que no eres de los suyos. En los conciertos de Dry River he visto franjas de edad que van desde los 13 hasta los 60 y muchos años. Es una fiesta de la música para todos como muy pocas bandas son capaces de ofrecer.

Y por cierto, este es otro de los secretos, los discos de la banda son brillantes, pero en directo sobresalen todavía más gracias a su carisma. Es una auténtica fiesta.

#Música #Prog #Rock #DryRiver

A día de hoy, podría decir que mi principal afición es escuchar y disfrutar música. Trabajo desde casa, y esto me permite poder estar escuchándola a todas horas, y gracias a el servicio de Last.fm del que ya os hablé, tengo todas las estadísticas de lo que escucho centralizadas en un único lugar. Y claro, ahora que el año está terminando, este servicio me permite echar la vista hacia atrás y ver cómo han sido mis gustos musicales en los últimos 365 días, e incluso compararlos con cómo fueron en 2021.

El informe de 2022 de Last.fm no llegará hasta la semana que viene, pero puedo mirar las estadísticas de los grupos y discos más escuchados en los últimos 365 días, y compararlos con el informe del año anterior. Es algo entretenido de hacer, y me gusta poder comparar ambos, y ya que me pongo a ello y tengo este blog, pues he decidido comentarlo con quien quiera leerlo. Y ya puestos, pues usaré la web de Musicorum para generar imágenes con los 6 artistas y discos más escuchados del año con los datos de Last.fm, y que así todo me quede bonito.

Ojo, antes de empezar ya te aviso que esto puede ser un tostón con muchos nombres que no conozcas y simplemente yo dejándome llevar a la hora de escribir sobre ellos. Pero para eso he creado este blog.

Mis artistas más escuchados de 2022

Después de haber sido un subgénero musical con el que he estado jugueteando durante años, pero en el que nunca he profundizado, el 2021 fue un año en el que empecé a adentrarme un poco más en los caminos del Prog: el rock y el metal progresivos. Ayreon lleva años siendo mi proyecto musical favorito, Mike Oldfield es quien me enseñó a amar la música, y Pink Floyd ha sido un amor creciente. También venía disfrutando de bandas como Dream Theater, Dry River, Symphony X, etcétera. Y aunque los tres primeros que he mencionado aparecen en mi top 6 de 2021, también fue el año en el que descubrió la música de Steven Wilson, con sus proyectos de Blackfield, Porcupine Tree y sus discos en solitario, y de ahí pasé a otras bandas similares.

Pero en 2022, el amor por este género se ha profundizado, en parte gracias a mis dos mayores descubrimientos: Riverside y Leprous. Son dos bandas que había escuchado pero sin profundizar en ellas, y durante este año simplemente me he quedado prendado. Riverside son muy melódicos y suaves, y Leprous más complejos, por lo que cuando no tengo humor para uno seguro que lo tengo para otro. También he escuchado compulsivamente Star One, ya que Arjen Lucassen (mi músico favorito, que también hace las óperas de metal de Ayreon), sacó un disco nuevo este año.

Dry River, que es la mejor banda de rock/metal de España de los últimos años, también sacó disco nuevo y eso les hace aparecer en mi top de artistas, y Steven Wilson y Pink Floyd es que ya forman parte de mi banda sonora. En el Top 10 también están Arena, Mike Oldfield, Queen, y muchos otros imprescindibles.

Lo que está claro es que mi 2022 ha sido el año del Prog, y que durante estos últimos 12 meses también he estado escuchando y explorando muchos otros músicos y artistas de este género. Sobre todo, mi camino me ha llevado más por el género del Art Rock, que es una especie de subgénero dentro del subgénero del progresivo, y que suele ser mucho más melódico e instrumental, mezclándose a veces con el New Age.

Mis discos más escuchados de 2022

En cuanto a los discos más escuchados del año, tampoco hay demasiadas sorpresas. De dos de ellos incluso ya os he hablado en este blog, como son The Congregation de Leprous y Wasteland de Riverside. Dos auténticas obras maestras que si bien no han salido este año, ha sido en 2022 cuando me han entrado definitivamente y las he escuchado de forma compulsiva. El hecho de que sea los dos primeros discos de los que os he hablado en este blog se debe precisamente a que son los que más escuché este año.

Por encima de ellos sólo está el último disco de Arjen Lucassen, con su proyecto Star One. Qué voy a decir, Metal Progresivo potente pero melódico, unos estribillos rompedores, y letras que hablan de series y películas de ciencia ficción. Es que parece un disco hecho expresamente para mi, como todos los de Star One. En esta ocasión, en vez de contar con 3 cantantes para todos el disco Arjen ha preferido que cada canción la cante un cantante diferente. Y sí, esto ha permitido que pueda lucirse con colaboraciones de los mejores cantantes de metal del mundo, a mi me parece que ha hecho que el disco sepa un poco más a Ayreon que a Star One. Aunque musicalmente se mantiene tan potente como los Star One, ya que los de Ayreon suelen ser más folk y melódicos.

El otro gran protagonista del año ha sido el Cuarto Creciente de Dry River, el cuarto disco de mi banda española favorita. Hacen un rock y metal progresivos sencillamente excelentes, que les ponen un peldaño por encima de cualquier grupo de metal español que podamos pensar, por muy famosos que sean. Quizá este disco es algo más directo y rotundo, un poco más serio y menos desenfadado. Echo un poco de menos los arreglos atrevidos de 2038, su disco anterior, pero sigue encantándome. En 2022 fui a dos conciertos de ellos, y en la primera quincena de 2023 iré a otro, con eso lo digo todo.

Y luego, en la lista del Top 6 siguen estando dos discos que vienen ya de enamorarme el año pasado, mi favorito de Arena y el recopilatorio de Blackfield. Arena ha sacado un disco nuevo este año, pero entre que ha sido a finales de año y que pese a tener el CD lo que no tengo es el disco dentro de ningún servicio de streaming, no lo he escuchado tanto como el anterior. Y es que Blackfield es perfecto para escuchar por las noches. Y por si Blackfield no fuera suficiente, mis puestos 7 y 8 son para otros dos proyectos de Steven Wilson: uno de sus discos en solitario y el nuevo de su banda Porcupine Tree, lanzado este año.

Si has aguantado leyendo hasta aquí, mi más sincera admiración, porque es simplemente un texto de Yúbal divagando sobre música. Pero oye, este va a ser uno de los pilares fundamentales de este blog, que no sea porque no te aviso. Me queda pendiente escribir algunas entradas sobre 2 o 3 discos más que me han gustado del año pasado, y también quiero seguir hablándote sobre los nuevos descubrimientos que haga.

De momento, te escribo estas líneas cuando me ha llegado el último CD de Antony Kalugin, que promete ser uno de mis descubrimientos musicales a profundizar en 2023. Se trata de un músico ucraniano que tiene múltiples proyectos musicales diferentes dentro del progresivo, cada uno con una personalidad diferente. Su último disco es de Sunchild, que es más Art Rock y melódico, pero también tiene otros proyectos más psicodélicos.

Porque si has tenido la paciencia de leer hasta aquí, ya puedes deducir que me gustan los músicos con diferentes proyectos musicales, esos que no solo se centran en un único grupo y a los que les gusta explorar géneros y estilos, como Mike Oldfield, Arjen Lucassen, Steven Wilson, etcétera. Si quieres ver todas mis estadísticas sobre música o agregarme, te dejo el enlace a mi perfil de Last.fm.

#Música #Personal

Leprous es una de las mejores bandas de metal progresivo que hay en la actualidad, y aunque de vez en cuando había escuchado alguna canción en el pasado, ha sido este año cuando he conseguido sumergirme finalmente en su mundo musical. No son un grupo fácil de escuchar, porque su música puede resultar muy diferente, extraña, peculiar, y te lleva por caminos no siempre melódicos y no siempre fáciles de digerir. Tiene mezcla de música profunda y contemplativa, con otras partes más potentes o incluso estridentes, y luego hay temas que a todo eso le añaden unos estribillos muy melódicos.

Primero fueron una o dos canciones, con momentos increscendo en los que la voz de Einar Solberg luce con luz propia. Me recuerdo pensar que era imposible que un hombre tuviera una voz así de versátil y capaz de llegar a unos tonos tan altos. Pero luego lo escuchas en algún vídeo en directo y ves que sí, que es una de las voces más prodigiosas que has escuchado en tu vida. Pero aun así, no siempre es suficiente como para conseguir engancharte al grupo. Suenan demasiado “raro”.

Hace unos meses escuché una reseña en YouTube de un estadounidense que hablaba con ellos, y que comparaba la primera vez que los escuchas con la primera vez que bebes whisky. En el primer sorbo te pueden repeler, pero si les das tiempo y sigues bebiendo acaban enganchándote para siempre. El caso es que durante todo 2021 muchos algoritmos de música que escuchaba me apuntaban hacia ellos, pero nunca me terminaban de enganchar más que con una o dos canciones.

Con “The Congregation” Leprous consiguió enamorarme

“The Congregation” es considerado por muchos como la mejor obra de la banda, e incluso uno de los mejores discos de Prog de la última década. Y fue escuchándolo entero una noche cuando hubo una canción que consiguió engancharme y hechizarme. La canción se llama “The Flood”, y es como un hermoso canto a la desesperación. Es una canción oscura pero muy melódica y hermosa, muy ambiental, y con una explosión sonora en el estribillo.

“Corta mi cuerda mientras me veas trepar, déjame caer donde no me encontrarán.” La canción es pura desesperación, como un canto a los efectos de la depresión y cómo te golpea cuando intentas levantarte y mejorar. Está envuelta en una atmósfera muy oscura, que por alguna razón también me evoca una conversación con el diablo… no sé, quizá leí demasiado a Anne Rice cuando era joven.

La cuestión es que esta canción se convirtió en un flechazo, un amor a primera escucha y una obsesión musical que machaqué una y otra vez durante semanas. Y tras ella, todo el disco consiguió entrarme por los oídos y lo escuché de principio a fin varias veces. Y claro, una vez hecho esto ya todas las demás canciones de la banda me entraron más fácilmente, y conseguí explorar y disfrutar su música, dándome cuenta de que lo que los demás decían es verdad: es uno de los mejores y más diferentes grupos que puedes escuchar hoy en día.

Actualmente, Leprous es junto a Riverside el grupo que más he escuchado durante este 2022 según mis estadísticas de Last.fm. Y además de eso, tengo entradas para verlos en febrero en Barcelona y poder comprobar en persona otra de las cosas que algunas personas me han dicho de ellos: que en directo son una auténtica maravilla.

Por su parte, en mi colección de CDs tengo ya 3 discos de Leprous, que además me gasté más dinero por el detalle de buscar las ediciones especiales en digipack, y The Congregation también lo tengo en vinilo. De vez en cuando me permito el placer de paladearlo en este formato, mientras que muy a menudo lo tengo puesto en Apple Music o con su CD.

#Música #Prog #Metal #Leprous