Yúbal.FM

Personal

Esta ha sido una semana intensa en el mundo de las redes sociales, puesto que Meta ha lanzado Threads, su alternativa a Twitter. Lo han hecho de forma precipitada, como si fuera un parto sietemesino, y apenas tienen el esqueleto básico sin muchas de las funciones que cabrían esperar, y con sólo un feed principal que es completamente algorítmico.

Aunque en Europa no ha sido lanzado de forma oficial, ya que no cumple con los estándares de privacidad mínimos en Europa, existen métodos para instalarlo manualmente, y evidentemente no he podido resistirme a probarlo. Y he de decir que pese a que tenía muchas ganas de poder probarlo, al final ha tenido el efecto contrario al que esperaba, y en vez de engancharme me ha recordado las peores sensaciones que se pueden tener en redes sociales.

Tras un día en Threads, volví a tener esa frustrante sensación de que lo que dices se pierde en un mar de mensajes que nadie lee. Esta es una sensación que siempre tuve en Twitter, y que también pasa en Instagram. Simplemente, el algoritmo premia solo a las personas influyentes, y a los usuarios “de a pie” nos oculta de todos los demás.

Esta es una sensación opuesta a la que experimento en Mastodon, donde el engagement es muy superior, y es más fácil entrar en conversaciones y que la gente te escuche.

Por qué tengo esta sensación

Muchos le echan la culpa de esta sensación a los algoritmos, y a que Twitter, Instagram y Threads se basan excesivamente en ellos para mostrarte contenido que quizá te interese. Pero yo no creo que se deba únicamente a esto, sino a la propia estructura de la red social.

Twitter y Threads son redes sociales centralistas, en las que estás en un servidor único junto a los demás cientos de millones de usuarios. Es una vorágine de gente entre la que es muy difícil que tu voz se escuche, porque queda perdida en el ruido.

Mientras, Mastodon es una red social organizada en varios servidores mucho más pequeños, y que están interconectados entre sí. Con ello, la red social te ofrece tres feeds diferentes: el de la gente que sigues sin algoritmos, el del servidor o instancia en el que te has registrado, y el general en el que ves los mensajes de todos los usuarios de todos los servidores enlazados (federados) entre sí, siempre en orden alfabético. Además, también tienes una sección de mensajes destacados para no perderte lo más importante.

A mi parecer, este es el gran secreto de las redes sociales del fediverso, el cómo están estructuradas. Tú puedes pararte a mirar lo que escribe la gente en tu servidor, y esto te da una sensación de cercanía y mucho más engagement que el resto de feeds. Esto hace que haya más ambiente de barrio, algo más cercano pudiendo leer a los pocos de tu instancia sin que sus mensajes se pierdan en el basto feed federado.

Threads ha prometido que implementará la tecnología ActivityPub, interconectándose a las demás redes sociales del fediverso. Pero incluso si lo hace, seguirá siendo un servidor con decenas de millones de usuarios, y el feed para leer solo el contenido de tu servidor será inútil.

Threads me ha hecho valorar más Mastodon

Con todo esto, lo que ha hecho Threads es que vuelva a enamorarme del concepto de Mastodon, y desde que lo probé he vuelto a escribir mucho más en la que considero mi red social favorita. Admito que la he tenido bastante abandonada, pero ahora me he reenganchado y me he seguido topando con todas esas buenas sensaciones que recordaba de hace unos meses.

Además de esto, el nuevo impulso que esta experiencia me ha hecho darle al fediverso ha hecho que también recupere mi cuenta de Pixelfed, la alternativa a Instagram, e incluso este pequeño blog que tenía olvidado desde hace medio año.

#Personal #Internet #Threads #Mastodon #RedesSociales

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Querido 2023.

Soy una persona bastante conformista, y no me gusta demasiado pedir cosas. Sin embargo, como hace todo el mundo cada principio de año, me apetece dejar por escrito algunos propósitos de año nuevo. Parto de la base de que el 2022 no ha sido un año demasiado malo en lo personal, aunque parece que el mundo exterior arde cada vez con más fuerza. Por lo tanto, poder mantener esta estabilidad sería más que suficiente.

Pero puestos a pedir, mi mayor defecto es que soy una persona bastante olvidadiza y desorganizada, un caos mental con una mente que divaga sin parar. Y en un intento de ayudarme con ello, pues he vuelto a mis años mozos comprándome una agenda de papel para apuntarme cosas importantes. Sí, estoy convencido de que no la utilizaré y acabaré anotando cosas online o enviándome mensajes de Telegram a mi mismo, pero el año nuevo está también para marcarse propósitos que sabes que difícilmente cumplirás.

En cuanto a mi ocio, sé que voy a seguir coleccionando música. En los último años he estado coleccionando desde libros a películas en Bluray, pasando por monedas. Siempre buscando algo. Y finalmente, la última vez que me mudé lo vendí casi todo y decidí coleccionar únicamente música. En el momento de escribir estas líneas tengo 321 CDs y 80 vinilos según mi perfil de Discogs, que es donde anoto los elementos de mi colección. Esto es algo que me causa gran placer, tanto que cuando alguien me pregunta qué me puede regalar (pasó estas navidades cuando me preguntaron mis padres), mi respuesta ha sido un CD o LP que signifique mucho para ti, y que así pueda tener un poco de ti en mi colección. Seguiré aumentando mi colección en 2023, esto lo sé.

Relacionado también con música, mi otro gran propósito de 2023 es ir a más conciertos de los que fui en 2022. Después de varios años de pandemia, el año pasado lo terminé con 3 conciertos, dos de Dry River y otro de un grupo de versiones. Este año quiero superar esta cifra, algo fácil teniendo en cuenta que ya tengo compradas entradas para 3 conciertos en 2023, y seguramente caigan algunos más.

También me gustaría seguir viajando en este 2023, otro de los grandes placeres en los que invierto mi dinero. Tengo muchos destinos en mente, pero el dinero no es infinito tampoco, o sea que me conformo con 2 o 3 viajes decentes este año. Y que las dos escapadas que tengo en mente y ya con hotel reservado (Barcelona y Tilburgo en Holanda, ambos por conciertos), no tenga que cancelarlas por algún imprevisto.

Y poco más, querido 2023. Sé que también eres un año en el que llegarán malas noticias y algún suceso doloroso, esto es ley de vida, pero sólo te pido que al finalizar el año y hacer balance, pueda pensar que ha sido en general un año positivo.

#Personal

A día de hoy, podría decir que mi principal afición es escuchar y disfrutar música. Trabajo desde casa, y esto me permite poder estar escuchándola a todas horas, y gracias a el servicio de Last.fm del que ya os hablé, tengo todas las estadísticas de lo que escucho centralizadas en un único lugar. Y claro, ahora que el año está terminando, este servicio me permite echar la vista hacia atrás y ver cómo han sido mis gustos musicales en los últimos 365 días, e incluso compararlos con cómo fueron en 2021.

El informe de 2022 de Last.fm no llegará hasta la semana que viene, pero puedo mirar las estadísticas de los grupos y discos más escuchados en los últimos 365 días, y compararlos con el informe del año anterior. Es algo entretenido de hacer, y me gusta poder comparar ambos, y ya que me pongo a ello y tengo este blog, pues he decidido comentarlo con quien quiera leerlo. Y ya puestos, pues usaré la web de Musicorum para generar imágenes con los 6 artistas y discos más escuchados del año con los datos de Last.fm, y que así todo me quede bonito.

Ojo, antes de empezar ya te aviso que esto puede ser un tostón con muchos nombres que no conozcas y simplemente yo dejándome llevar a la hora de escribir sobre ellos. Pero para eso he creado este blog.

Mis artistas más escuchados de 2022

Después de haber sido un subgénero musical con el que he estado jugueteando durante años, pero en el que nunca he profundizado, el 2021 fue un año en el que empecé a adentrarme un poco más en los caminos del Prog: el rock y el metal progresivos. Ayreon lleva años siendo mi proyecto musical favorito, Mike Oldfield es quien me enseñó a amar la música, y Pink Floyd ha sido un amor creciente. También venía disfrutando de bandas como Dream Theater, Dry River, Symphony X, etcétera. Y aunque los tres primeros que he mencionado aparecen en mi top 6 de 2021, también fue el año en el que descubrió la música de Steven Wilson, con sus proyectos de Blackfield, Porcupine Tree y sus discos en solitario, y de ahí pasé a otras bandas similares.

Pero en 2022, el amor por este género se ha profundizado, en parte gracias a mis dos mayores descubrimientos: Riverside y Leprous. Son dos bandas que había escuchado pero sin profundizar en ellas, y durante este año simplemente me he quedado prendado. Riverside son muy melódicos y suaves, y Leprous más complejos, por lo que cuando no tengo humor para uno seguro que lo tengo para otro. También he escuchado compulsivamente Star One, ya que Arjen Lucassen (mi músico favorito, que también hace las óperas de metal de Ayreon), sacó un disco nuevo este año.

Dry River, que es la mejor banda de rock/metal de España de los últimos años, también sacó disco nuevo y eso les hace aparecer en mi top de artistas, y Steven Wilson y Pink Floyd es que ya forman parte de mi banda sonora. En el Top 10 también están Arena, Mike Oldfield, Queen, y muchos otros imprescindibles.

Lo que está claro es que mi 2022 ha sido el año del Prog, y que durante estos últimos 12 meses también he estado escuchando y explorando muchos otros músicos y artistas de este género. Sobre todo, mi camino me ha llevado más por el género del Art Rock, que es una especie de subgénero dentro del subgénero del progresivo, y que suele ser mucho más melódico e instrumental, mezclándose a veces con el New Age.

Mis discos más escuchados de 2022

En cuanto a los discos más escuchados del año, tampoco hay demasiadas sorpresas. De dos de ellos incluso ya os he hablado en este blog, como son The Congregation de Leprous y Wasteland de Riverside. Dos auténticas obras maestras que si bien no han salido este año, ha sido en 2022 cuando me han entrado definitivamente y las he escuchado de forma compulsiva. El hecho de que sea los dos primeros discos de los que os he hablado en este blog se debe precisamente a que son los que más escuché este año.

Por encima de ellos sólo está el último disco de Arjen Lucassen, con su proyecto Star One. Qué voy a decir, Metal Progresivo potente pero melódico, unos estribillos rompedores, y letras que hablan de series y películas de ciencia ficción. Es que parece un disco hecho expresamente para mi, como todos los de Star One. En esta ocasión, en vez de contar con 3 cantantes para todos el disco Arjen ha preferido que cada canción la cante un cantante diferente. Y sí, esto ha permitido que pueda lucirse con colaboraciones de los mejores cantantes de metal del mundo, a mi me parece que ha hecho que el disco sepa un poco más a Ayreon que a Star One. Aunque musicalmente se mantiene tan potente como los Star One, ya que los de Ayreon suelen ser más folk y melódicos.

El otro gran protagonista del año ha sido el Cuarto Creciente de Dry River, el cuarto disco de mi banda española favorita. Hacen un rock y metal progresivos sencillamente excelentes, que les ponen un peldaño por encima de cualquier grupo de metal español que podamos pensar, por muy famosos que sean. Quizá este disco es algo más directo y rotundo, un poco más serio y menos desenfadado. Echo un poco de menos los arreglos atrevidos de 2038, su disco anterior, pero sigue encantándome. En 2022 fui a dos conciertos de ellos, y en la primera quincena de 2023 iré a otro, con eso lo digo todo.

Y luego, en la lista del Top 6 siguen estando dos discos que vienen ya de enamorarme el año pasado, mi favorito de Arena y el recopilatorio de Blackfield. Arena ha sacado un disco nuevo este año, pero entre que ha sido a finales de año y que pese a tener el CD lo que no tengo es el disco dentro de ningún servicio de streaming, no lo he escuchado tanto como el anterior. Y es que Blackfield es perfecto para escuchar por las noches. Y por si Blackfield no fuera suficiente, mis puestos 7 y 8 son para otros dos proyectos de Steven Wilson: uno de sus discos en solitario y el nuevo de su banda Porcupine Tree, lanzado este año.

Si has aguantado leyendo hasta aquí, mi más sincera admiración, porque es simplemente un texto de Yúbal divagando sobre música. Pero oye, este va a ser uno de los pilares fundamentales de este blog, que no sea porque no te aviso. Me queda pendiente escribir algunas entradas sobre 2 o 3 discos más que me han gustado del año pasado, y también quiero seguir hablándote sobre los nuevos descubrimientos que haga.

De momento, te escribo estas líneas cuando me ha llegado el último CD de Antony Kalugin, que promete ser uno de mis descubrimientos musicales a profundizar en 2023. Se trata de un músico ucraniano que tiene múltiples proyectos musicales diferentes dentro del progresivo, cada uno con una personalidad diferente. Su último disco es de Sunchild, que es más Art Rock y melódico, pero también tiene otros proyectos más psicodélicos.

Porque si has tenido la paciencia de leer hasta aquí, ya puedes deducir que me gustan los músicos con diferentes proyectos musicales, esos que no solo se centran en un único grupo y a los que les gusta explorar géneros y estilos, como Mike Oldfield, Arjen Lucassen, Steven Wilson, etcétera. Si quieres ver todas mis estadísticas sobre música o agregarme, te dejo el enlace a mi perfil de Last.fm.

#Música #Personal

Se acabó. Twitter se ha convertido en una red social que fomenta el odio y la desinformación, y en una seria cruzada contra la libertad de expresión y de elección. Llegados a este punto, seguir creando contenido en Twitter es amparar estas prácticas, y es algo que mi conciencia no me permite hacer.

Es por esto que he decidido borrar todas y cada una de mis publicaciones en esta red social. Sigue siendo una importante fuente de información que, por trabajo, debo seguir consultando, pero ya no interactuaré. Si alguien comparte artículos míos mencionándome lo retwittearé, pero nada más.

Confieso que ha sido un poco doloroso borrar los casi 3.500 mensajes que tenía publicados en casi 12 años registrado en esa red social, pero me siento mejor conmigo mismo después de hacerlo.

Por qué he tomado esta decisión

Elon Musk es un millonario hijo de padres de clase alta, y que tras dar el pelotazo vendiendo la empresa PayPal se hizo un nombre impulsando los coches eléctricos con su empresa Tesla y haciendo más económicos los viajes espaciales con SpaceX. Pero también tiene un lado oscuro, como fomentar estafas piramidales con criptomonedas y un par de fracasos en sus proyectos de crear un medio de transporte más rápido que los trenes de alta velocidad o crear túneles subterráneos para evitar atascos que realmente los crearon todavía más serios.

También es una persona impulsiva. En abril del 2022 decidió comprar Twitter, para unas semanas después buscar excusas desesperadamente para no hacerlo. Al final, a finales de octubre acabó teniendo que aceptar y efectuar la compra. Cuando lo hizo, prometió una nueva era de libertad y transparencia en la red social, que al final ha acabado siendo lo contrario. También ha despedido a más de la mitad de los empleados y establecido prácticas laborales esclavistas y muy tóxicas en la empresa.

Tal y como yo veo las cosas y siempre según los mensajes que él publica, Elon Musk es un racista misógino de extrema derecha. O por lo menos eso es en lo que se ha convertido en los últimos meses, porque él asegura que antes también fue de izquierdas. Su primer paso para conseguir la libertad de expresión fue considerar a quienes piensan diferente a él bots y trolls. Se posicionó en contra de los movimientos que buscan la igualdad de género y una representación menos racista en las series y películas. Mientras despreciaba a una parte de los usuarios, empezó a levantar los bloqueos establecidos por el Twitter anterior a él a difusores de noticias falsas, racistas y sexistas.

Twitter siempre fue una red social absolutamente tóxica, donde el odio y los insultos predominaban. Pero también es la red social más influyente de occidente, con muchos medios de comunicación publicando allí su contenido, y periodistas de todo el mundo cubriendo lo que está pasando en tiempo real. Allí me he informado mucho sobre eventos recientes como la invasión rusa de Ucrania o la revolución en Irán en busca de la libertad. En ocasiones, su influencia incluso estaba exagerada, con medios de comunicación dándole demasiada voz a cuatro gatos criticando cosas puntuales que a nadie le importan. Pero era un mal conocido, y los veteranos aprendimos a navegar esas aguas.

Pero ahora el odio y la crispación se han desatado todavía más. Y claro, como los medios de comunicación cuentan lo que pasa, Elon Musk también les ha declarado la guerra. Solo hay sitio para su realidad paralela, y prefiere fomentar grupos racistas de desinformación como QAnon mientras llama mentirosos a verificadores y medios serios.

Ante estas prácticas, muchos usuarios hemos buscado alternativas a Twitter, y hemos encontrado en Mastodon un nuevo hogar. Es una red descentralizada y dividida en servidores interconectados, donde lo primero que sorprende es que hay bastante positividad, algo que contrasta con la creciente crispación. Desde el principio Elon Musk ha estado insultando a Mastodon y sus usuarios, pero hoy ha dado el último paso suspendiendo la cuenta oficial de Mastodon en Twitter y marcando como potencialmente peligrosos todos los enlaces que apuntan a esa red social.

Posiblemente haya personas que piensen diferente a mi, y que consideren que Twitter es un lugar mejor. Cada uno tenemos una opinión marcada por nuestra experiencia y puntos de vista, y si piensas que ahora Twitter es mejor que antes yo solo puedo respetar tu opinión, aunque la mía sea opuesta. Y es esta incomodidad provocada por las prácticas la que me ha llevado a dejar de estar activo en Twitter.

#Internet #Twitter #Personal #RedesSociales

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Hola, te doy la bienvenida a mi blog personal.

Llevo escribiendo en blogs desde que tengo 19 años, por lo que hacerlo forma parte de mi vida. Sin embargo, en los últimos años he hecho de escribir en una web mi profesión, por lo que el mundo blogger ha quedado totalmente apartado desde entonces. Simplemente, después de trabajar todo el día escribiendo no me quedaban ganas de seguir haciéndolo en un ámbito personal. Sin embargo, las ganas siempre han estado ahí, y llevo los últimos 4 años planteándome crear otro pequeño blog personal, solo que la pereza y no encontrar una plataforma idónea han hecho que lo haya estado posponiendo.

Y luego ha venido el 2022, en cuyo final he descubierto el mundo del Fediverso, con varias redes sociales alternativas a las más famosas interconectadas entre sí, y divididas en distintos servidores. Este tipo de redes alternativas siempre me han dado un poco de pereza, pero en Mastodon he descubierto una alternativa a Twitter llena de positividad y buenas personas. Eso me ha llevado a explorar más servicios del fediverso, lo que a la vez me ha llevado a descubrir Write.as.

Write.as es un servicio de pago que te permite montarte tu propio blog basado en WriteFreely, que es una alternativa a Medium o Wordpress dentro del fediverso. De hecho, Write.as es el servicio que llevan los creadores de WriteFreely, por lo que siendo usuario de pago en parte colaboras con el proyecto con tu dinero.

De este servicio me ha gustado el aspecto limpio y minimalista que ofrece a sus webs, y lo increíblemente fácil de utilizar que es. Es básico, pero sencillo y eficaz. Lo he estado probando unos cuantos días en su versión de pago, verás que hay algunas entradas escritas durante la semana y me ha convencido lo suficiente como para crear definitivamente el blog y darme un primer año para ver si lo aprovecho o no. Por lo tanto, estoy para quedarme.

En este blog vas a encontrar entradas sobre mis aficiones y cualquier cosa que me pase por la cabeza. Sí, trabajo escribiendo sobre tecnología y posiblemente vierta mi opinión sobre algunos temas en este blog, aunque siempre lo haré de forma casual diciendo simplemente lo que opino. Pero lo normal es que hable de otras cosas. Me paso el día (y la vida) escuchando música, por lo que este será el sitio donde comente mis discos favoritos. También veo muchas series y algunas películas, por lo que también comentaré algunas aquí. Y quién sabe, todavía no tengo clara la temática, simplemente escribiré sobre lo que me nazca.

Tampoco tengo clara la frecuencia con la que voy a escribir. Por lo tanto, sin promesas, porque tampoco me quiero obligar a nada aquí.

En los últimos días he estado pensando en qué nombre ponerle al blog, si usar mi nombre personal o buscar algún nombre cool con el que darle un poco más de gancho. Pero qué voy a decir, con la edad me he vuelto una persona perezosa y sencilla, y he acabado usando mi propio nombre. Vi que los dominios .blog son económicos, y al final se ha quedado en yubal.blog, que es algo bastante sencillo de recordar.

Pues esta ha sido toda la presentación. Si quieres seguir mis publicaciones, he activado el feed RSS y las suscripciones por correo electrónico. Además, si estás en Mastodon puedes seguir mis publicaciones buscando y siguiendo la cuenta de @yubal@yubal.blog. En la cabecera de esta página tengo pineada una página donde verás todos los enlaces para encontrarme en otras redes sociales, y prometo hacer relativamente pronto una página “Sobre mi”, pero me da tanta pereza hablar sobre mi…

#Personal

Llevo alrededor de tres años fantaseando con la idea de crear un blog personal, pero nunca acabo dando el paso. Total, ¿quién va a tener interés en leer una o dos entradas al mes, posiblemente hablando sobre algún disco o alguna serie que he visto?

El problema es que yo trabajo escribiendo, por lo que invertir el poco tiempo que me queda libre también en escribir no es algo que me apetezca, y eso ha hecho que poco a poco lo vaya dejando. También está el hecho de no terminar de encontrar una plataforma que me convenza. Unas son excesivamente complejas y ya no tengo paciencia para ponerme a configurarlas, y las que no lo son parecen ser demasiado simples y feas.

Hoy he topado Plume, una especie de alternativa minimalista a Blogger o a Medium, y esta instancia de pago llamada Write.as creada por sus responsables. No me apetece mucho pagar por estas cosas, pero como venía con 15 días de prueba gratis he decidido escribir una o dos entradas y pensar en cómo me siento.

Yo siempre he tenido algún blog desde hace 20 años, hasta que hace 8 años uno que tenía sobre tecnología me hizo acabar fichando por Xataka, donde actualmente trabajo. Desde entonces, es una parte de mi vida que ya no es ocio, sino profesión, y quería ver cómo se siente volver a escribir por el simple placer de hacerlo.

Por lo tanto, aquí tienes esta pequeña introducción con fecha de caducidad. Si te has perdido por Internet y has llegado a ella por error gracias, pero no te sorprendas si en media semana desaparece todo para quedarse en otro intento que pudo ser pero no fue.

#Personal