La Jaula de las Locas
Los musicales son un género que nunca he disfrutado demasiado. Quizá es porque la experiencia al verlos en la tele depende demasiado, en mi opinión, de las canciones que tenga. Y claro, con la excepción de obras como Los Miserables, en general en los musicales no me suelen gustar todas. Sin embargo, este fin de semana he ido a ver La Jaula de las Locas, producida y protagonizada por Ángel Llácer, y que posiblemente puedas recordar por la versión en formato película Una jaula de grillos.
Los asientos eran buenos, en segunda fila, y eso me permitió disfrutar mucho de lo que era la obra en sí, las actuaciones, las expresiones de los actores, cualquier mínimo ruido o expresión. Y la verdad es que eso ha sido una experiencia maravillosa. Sobre el musical en sí, no me gustaron las canciones, pero a pesar de eso la historia era entretenida y los actores brillantes, por lo que solté varias carcajadas y las 3 horas que estuvimos en el teatro pasaron volando.
La historia ya la sabéis, tal y como describe la sinopsis de la adaptación de los 90 Una jaula de grillos protagonizada por Robin Williams en IMDb: “El propietario de un cabaret gay y su pareja drag queen acuerdan fingir ser heterosexuales para que su hijo pueda presentarles a los conservadores padres de la novia.” En el musical, la cuestión de la cena en sí es el segundo acto, y se le da mucha importancia a la parte del cabaret, lo que la hace muy entretenida.
Honestamente y pese a ser una historia muy sencilla, me parece brillante exponer lo ridícula que es la homofobia con algo tan sencillo como presentar una situación bastante clásica pero dándole la vuelta, y que lo que muchos consideran “lo raro” sea “lo normal”, y quienes son “los raros” son las personas con esa mentalidad cerrada e ignorante que demasiado a menudo normalizamos. Porque al final, lo importante es el sentimiento, y no alto tan tonto como si la otra persona es hombre o mujer, alta o baja, rubia o castaña.
En definitiva, me lo pasé muy bien en un musical cuyas canciones no me gustaron demasiado, algo que hasta ayer consideraba que no podía ser, y que si no te gustan todas las canciones no se disfruta tanto. Esto hace que piense que quizá tenga que ir a más musicales, aunque en Castellón no los haya y tenga que coger el coche a Valencia.